Entrevista a: Oliver Lou Sauter-Wells
Por: Esperanza Chacón
Oliver se integró a Casa Sulà con alegría. Estaba en una escuela tradicional y sentía que el aprendizaje debería ser de otra manera. Cuando él tuvo la oportunidad de ir a una escuela libre lo hizo. Su familia se relacionaba en un medio social en el que se había incursionado en prácticas alternativas sobre salud, educación y estilos de vida más acordes con el respeto por lo natural; entonces la decisión de educar a su hijo con otros principios fue una consecuencia de sus continuas búsquedas.
Oliver se integró a los 09 años de edad al Semillero 2 (espacio preparado para niños de esta edad). Cuando se empieza a acompañar a los hijos e hijas con parámetros de un sistema educativo integral se requiere que el acompañamiento familiar sea constante, fue una ventaja que su madre participe activamente en este proceso lo que permitió que la adaptación sea adecuada.
P. ¿Qué les motivó a ti y a tus padres cambiarte de escuela?
Oliver.- Si bien la escuela en la que estuve pretendía practicar una forma alternativa de educar, yo creo que en el fondo no lo hacían, porque no había la posibilidad de hacer las cosas que le interesan a un niño, entonces no hay respeto, tampoco estábamos en un ambiente natural; porque cuando la escuela está en una ciudad no hay mucho espacio verde para jugar, hay poco tiempo para recreo y el resto era cumplir con el horario del que no te puedes salir, que no deja tiempo para hacer lo que quieres, tienes que cumplir con lo programado.
También las tareas para hacer en casa ocupaban “mi tiempo”, lo que produjo tensión en el ambiente de nuestra familia, ¿a qué niño le gusta llevar tareas para hacer el sábado o domingo? No queda tiempo para estar tranquilos. Esto me estresaba mucho, me quedaban pocas ganas de regresar a la escuela y me daba cuenta que esta realidad no iba a cambiar. Entonces yo debía cambiarme de sistema y así ocurrió.
Cuando vine a Casa Sulà, lo primero que noté es que no había tareas, pues hay otra manera de aprender y no tenía porque estar llenando cuadernos o memorizando temas propuestos por los profesores, por el contrario me enfoco en aquellos que me interesan a través de realizar proyectos que ya quedan grabados en mi mente y que por esto no necesito escribirlos.
P. ¿Cómo te adaptaste a este nuevo sistema de aprendizaje?
Oliver.- Primero, debo admitir que no fue tan fácil como pensé, era diferente, lo importante fue que estaban los acompañantes para atenderte de manera directa e individual; entonces podía fluir, pues al darte cuenta que había que utilizar más las manos y todo el cuerpo en cada experimento que hice, esto me permitía planificar las etapas, resolver por mi mismo las incógnitas o lo que no entendía y encontrar las respuestas a mis preguntas.
Lo que acabo de decir sucede cuando se aprende con libertad para ello es fundamental y valoro mucho que tomas decisiones a cada momento, para quienes venimos del sistema tradicional requiere de apertura y tiempo; a veces te sientes que te estas demorando en tomar decisiones, pero la realidad es que a todo momento lo haces y a veces no lo percibes porque no estás acostumbrado a decidir y a tener consciencia de que esto sucede. En libertad a cada instante cuando se está activo es una elección y esto lo sientes cuando estás tranquilo, casi no crees que eres tú quien lo decide, ahí te das cuenta que tienes más responsabilidad contigo.
Ahora creo que encontré el deseo de aprender sobre física, por el movimiento de los objetos y la ley de gravedad; la mecánica porque era increíble como armando y desarmando cosas se descubren las partes, las funciones de los objetos y aparatos; también la química porque puedo ver las reacciones de cada parte. He disfrutado al observar cómo funciona el mundo… y lo hago a través de experimentar y probar. Me llama la atención la mecánica y en ello me he enfocado, un tiempo también estuve fundiendo metales con el fuego en mi casa.
P. ¿Qué diferencias observas en el sistema convencional y en un sistema de educación libre?
Oliver.- Si, de hecho ambos son totalmente distintos, lo que más aprecio en un sistema libre es que no existe presión para cumplir con las metas, lo que evita el estrés y te convierte en el responsable de tu propio aprendizaje. Me parece interesante que no estás determinado por niveles, se puede acceder a todos los materiales didácticos sin restricciones, no te prohiben. Considero que cuando se establecen niveles, que por lo general se basa en la comparación sucede que casi sin pensar uno quiere superar el ritmo de los otros y no mantener el propio ritmo.
A veces la idea equivocada de determinar un nivel para cada persona y que no se dejen hacer actividades de otros niveles más complejos se convierte en algo excluyente que incita a competir. Claro que aprender por uno mismo sólo puede ocurrir cuando se deja que el niño pruebe y se equivoque. No quiero que se mal entienda, pues lo que digo es que yo soy curioso y pruebo de todo, cada uno está en su etapa y necesidad, esto para mí es suficiente para saber que tipo de acompañamiento requiere, también yo lo puedo conversar y solicitarlo.
En Casa Sulà cada uno realiza una actividad individual en su tiempo y de acuerdo como quiere avanzar, porque uno conoce que quiere, que sabe y que no. Además, si quieres profundizar en la práctica con materiales didácticos (sin que esto sea una exigencia o control) lo haces por el simple hecho de que tú eliges, porque esto es lo que te gusta.
Esperanza.- Mencionaste en algún momento de la conversación, que has llegado a descubrir cómo funcionan las cosas ¿cómo fue este proceso para ti?
Oliver.- Claro que sí he descubierto ayudado por las matemáticas, al inicio no sabía cómo operar, cuando tuve la información sobre los diferentes códigos y reglas de los materiales educativos; calcular me pareció evidente y fácil, no creí que me iba a gustar, pero ahora, lo disfruto; porque hay diseños con figuras que son perfectas y que se puede ver con claridad una fórmula ¡me encanta!
Al inicio, lo repito, me fue difícil usar mis manos, ya sólo para desarmar o armar algún aparato sentí que me faltaba la experiencia, las manos no sabían, tal vez, habían escrito demasiado y estaban algo torpes, pero un buen día comencé y me sorprendí de la capacidad que tengo y que todos tenemos para aprender mediante lo que se hace. De ahí en adelante he disfrutado no sólo de construir sino de encontrar una manera de aprender, ahora miro que cada una de las partes son importantes y que son necesarias todas.
P. ¿Crees que has aprendido lo que te interesaba?
Oliver.- Es que el aprendizaje es real cuando te sirve, cuando tiene sentido para ti, es decir que es útil, porque satisface tu necesidad. Por ejemplo, yo no sabía cómo usar herramientas manuales o eléctricas, pero cuando necesite resolver un problema práctico las utilicé en varios proyectos grandes y pequeños sin problema.
Como te dije antes, en mi manera de pensar, la mecánica, física, química y matemática son fundamentales para comprender el mundo. Creo que en la vida lo que hay que aprender es cómo aprender por uno mismo y esto a mí me sucede cuando hago cosas, entonces puedo decir que entiendo.
P. ¿Y cómo te fue en las relaciones con tus compañeros y los adultos?
Oliver.- En la escuela anterior a pesar de que habían muchos niños y niñas no tuve tantos amigos, excepto uno con el que continuó la amistad. Actualmente en Casa Sulà tengo varios compañeros con los que compartimos actividades, proyectos, conversaciones, grupos de trabajo y paseos, somos pocos, pero tengo la oportunidad de relacionarme con chicos y chicas de todas las edades, no sabría decir con quién es más fuerte la amistad, porque hay tiempo para compartir más entre todos. Estoy seguro que las experiencias quedarán grabadas en nosotros y tendremos bonitos recuerdos.
A veces sí quieres tener ese amigo tuyo, tienes un esquema de amigo, por ejemplo que tiene que ser de tu edad, pero no siempre es así; yo recibo cariño de niños menores o mayores, también es obvio que comparto con unos más que con otros, depende del día. Con los adultos tengo una buena amistad en general.
P. ¿Regresarías al sistema educativo tradicional?
Oliver.- ¡No! ¡En ningún caso regresaré! Creo que la razón por la que no regresaría es la social, porque aunque existen muchos niños y niñas, las relaciones humanas ya estaban alteradas, diré que en esa época ya se practicaba el aislamiento social; demasiado discrimen, acoso escolar y violencia, esto no veo que vaya a disminuir, es tan grave que los adultos no lo pueden controlar porque todo es encubierto, se acosa a escondidas, es triste decir que son como unas mafias donde el líder te manipula para hacer daño a alguien. En estas condiciones, yo sufrí mucho, razón más que suficiente por la que no volveré al sistema convencional. Además, lo que Sulà me ha mostrado es una manera para aprender por mi mismo. Hoy en día hay muchas alternativas para aprender.
San Mateo
Costa Rica
Junio 2021