“Aprender a aprender y reaprender”
Por: Esperanza Chacón
CONTEXTO EDUCATIVO
El ser humano en todas las etapas de su vida está abierto a los estímulos del medio y a través de la percepción multisensorial está captando y transformando la realidad, por medio de la actividad espontánea y autónoma.
El aprendizaje está presente en todos los actos cotidianos, es parte intrínseca de la vida misma. Por lo tanto, el ser humano está absorbiendo los estímulos del ambiente a través de su interacción todo el tiempo, inclusive cuando no sea consciente de ello o este aparentemente quieto.
En la perspectiva y práctica de la Educación no-directiva significa aprender en libertad. Resaltamos que el aprendizaje responde a una necesidad de desarrollo en cada niño, niña, joven y adulto, cuya meta es “ser sí mismo”. Cada actividad elegida por decisión propia aporta a su maduración y a su transformación.
Uno de los principios de la educación no-directiva refiere que la vida se desenvuelve desde adentro hacia afuera en continúo acoplamiento estructural entre el organismo con el entorno, que es donde desenvuelve su potencial infinito.
En consecuencia, la coherencia entre la guía interna de cada organismo y el medio es lo que le permite satisfacer las necesidades de realización personal, en donde la libertad es el ingrediente principal.
Asimismo crear ESPACIOS PREPARADOS PARA EL APRENDIZAJE para que el niño, niña o joven activen su plan interno de desarrollo, con base en el desarrollo dela autonomía. Cada día en ambientes favorables el ser humano se crea así mismo.
Los adultos acompañan en las diversas actividades y los diferentes estados de maduración con una actitud sincera, abierta y empática. Este acompañamiento requiere de una presencia consciente que lleva indudablemente a una atención de calidad.
En la perspectiva de la Educación no-directiva, el desarrollo del ser humano es progresivo, secuencial y responde a cada etapa de maduración. No obstante, al estar inmersos en otro paradigma educativo es obvio que utilizamos parámetros poco usuales, así surgen las preguntas: ¿Cómo es el día a día en una escuela libre? Y específicamente ¿cómo aprenden los niños, niñas y jóvenes en una propuesta de educación no-directiva? ¿Qué referencias o pautas existen?
Lo que deseamos compartir en primer lugar son los esfuerzos que se han hecho para comprender, que aprender es un acto natural y vital, que es un aspecto importante en la vida de cada individuo, que lo lleva por diferentes etapas, estadios y fases en los que la estructura interna (sistema reticular, sistema límbico y neocortex) se halla implicada en todos los niveles de su ser. Por lo tanto los esquemas del pensamiento o mapas mentales se consolidan y progresivamente varían en sus relaciones y actúan en red de coordinaciones y comprensiones.
¿QUÉ ES EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO?
Para llegar a saber que se sabe con base en un aprendizaje autónomo, lo adecuado es proporcionar “un ambiente inteligente”, rico en experiencias, estímulos y oportunidades; la práctica confirma, que la combinación de las múltiples actividades personales y de las interacciones sociales establecidas con las otras personas, (experiencias únicas) son las que transforman el pensamiento. Cada uno tiene un mapa propio que permite tener acceso a la información que su organismo necesita para autogestionar primero su vida (resolver situaciones concretas y problemas de la vida real), así como los diferentes aprendizajes en los que quiere incursionar. En este sentido se trata de llevar a la práctica cotidiana los contenidos de cómo estos se han ido reinventando, acoplando y evolucionando.
LA ACTIVIDAD AUTÓNOMA |
Es la capacidad de aprender por uno mismo, cuando se identifica el interés, el propósito o la motivación personal, el sujeto interactúa libre y naturalmente. Con base en la actividad autónoma se afianza el empoderamiento del aprendizaje, lo que activa las diferentes estructuras cognitivas; pensamiento lógico matemático, motricidad, percepción sensorial, desarrollo del lenguaje y las diferentes capacidades innatas en el ser humano que son infinitas, tales como: la toma de decisión, el autodescubrimiento, empatía y autoreflexión, entre las más notables. |
Los aportes de Jean Piaget (1896-1980) (El desarrollo Psicológico en la infancia y la Teoría Constructivista del desarrollo de la inteligencia), se convirtieron en la base psicológica de las tendencias en educación alternativa y para especificar de la Educación no – directiva. La observación que realizó el investigador sobre los esquemas mentales en los diferentes estadios del desarrollo, permiten visualizar que los diversos procesos abarcan a los diferentes niveles e implican diversos grados de sensorialidad, motricidad y operatividad hasta llegar a la abstracción; a la vez pueden ser sistematizados y transformados con las acciones que el sujeto realiza.
En la aventura de vivir y aprender, el camino se torna más comprensivo, por lo tanto transitable, si empezamos a describir cómo es la vida en los espacios preparados para el aprendizaje, cuyo eje principal son las relaciones no-directivas.
Cabe resaltar que cuando aludimos a la no-directividad, en ningún caso se refiere a que no haya un marco de referencias claro y funcional; por el contrario esta propuesta requiere de la creación de espacios, estructuras, recursos didácticos y lúdicos con suficientes estímulos, informaciones, experiencias para que cada individuo sea “sí mismo” y de esta manera crezca sano y féliz.
El ser humano es poseedor de un programa interno que se activa en condiciones favorables. Al mismo tiempo esta información, la utilizará de la manera más conveniente. Un elemento básico para que se active el plan interno en cada individuo es la libertad.
En nuestra experiencia, la libertad no es alboroto, caos, relajo o libertinaje. Por el contrario a mayor libertad, mayor responsabilidad, no puede ser de otra manera. Una persona que es libre de ejercer su autonomía, activa sus capacidades de manera asombrosa y los usa siempre en su beneficio.
El ser humano tiene un plan interno propio que le permite la creación de sí mismo, lo que se denomina la autopoiesis.
En consecuencia de lo anterior, la práctica es congruente con los fundamentos teóricos; por lo tanto diremos que los espacios preparados para los niños, niñas mayores de 6 años y jóvenes hasta los 17 años contienen diferentes áreas, proyectos y temas de interés; que tienen el propósito de satisfacer las necesidades auténticas de realización personal.
Es asombrosamente bello constatar que en estas circunstancias hay un desarrollo progresivo de la autonomía, es decir que cada individuo decide, hace y gestiona de manera tranquila su propia vida.
Existen dudas sobre si un ser humano en las primeras etapas infantiles “ tal vez no sea capaz de tomar decisiones”. Al parecer esta es la mayor inquietud que tienen los papás y las mamás. Aclaremos que estar activo implica autonomía y, por supuesto una toma de decisiones permanente. Por lo mismo la prioridad de los adultos acompañantes es dejar que las iniciativas personales afloren de manera natural conforme a las pautas de cada niño, niña o joven.
Contar con referencias claras y funcionales aportan a qué cada ser pueda sentir que tiene una base de seguridad, para que su interacción sea espontánea, sin riesgo de afectar su integridad.
EL DÍA A DÍA EN UN CONTEXTO EDUCATIVO NO DIRECTIVO
Es pertinenteabordar las categorías que intervienen en el quehacer educativo -proceso de aprender-, para comprender sus implicaciones tenemos cuatro categorías amplias:
- la actividad autónoma
- actividad en grupo
- equipos de trabajo y
- actividades comunitarias.
Los niños, niñas a partir de los 6/7 años asisten al Semillero 2. La prioridad es facilitar la realización de la “actividad propia”, porque entendemos que está corresponde con su plan interno y a estas edades atraviesan por la etapa operativa.
Un niño en estado de armonía interior está conectado con su ser interno, este estado tranquilo le permite identificar lo que necesita y lo que no; lo que le gusta y lo que no. Que interpretamos como la actividad que ha surgido de su corazón, por lo tanto los adultos respetan; la interacción que puede ser de cualquier índole, que ocupe la mayor parte de su tiempo; dependerá del tema de interés o proyecto que desarrolla, así como de su experiencia, ritmo y etapa.
Al accionar que hemos descrito se denomina “actividad autónoma” y que alude al deseo que tiene el niño, la niña o joven de hacer algo propio, todo dependerá del período sensible o fase por lo que está atravesando.
En el caso de trabajos en equipo o actividades en grupo, existe un cronograma denominado el día a día, no tiene la connotación de un horario escolar, diremos que es un planificador semanal y es un instrumento dinámico para orientación con el tiempo. Por lo tanto la organización es flexible, en tanto está sujeta a cambios; es una referencia clave que los niños y las niñas saben que puede variar, con base en propuestas e ideas elaboradas por ellos y ellas.
Entonces es un esquema semanal con los días, que están visiblemente diferenciadas por el ritmo y la hora de los rituales de la comida, las actividades autónomas y, en grupo (matemáticas y desarrollo del lenguaje, escritura creativa, experimentos, danza -expresión corporal- historia y narración de cuentos, caminata al rio, exploraciones por la naturaleza, entre otros.
Además los tiempos están sujetos a los acuerdos del grupo. Las actividades descritas van distribuidas en las diferentes horas. El quehacer empieza a las 08 a.m. y termina a las 14 horas.
En el caso de los niños mayores de 10 años que evidencian un desarrollo de la autonomía, reflejada en la toma de decisiones y en la manera como resuelven los problemas, ellos y ellas por sí mismos elaboran un Plan de Trabajo, no sólo para el día o la semana, sino con proyección para un período (cinco meses) o de uno a dos meses hasta llegar a su meta.
No obstante de lo anterior, difícil imaginar que los niños, las niñas y los jóvenes puedan estar haciendo una misma actividad a la vez (excepto en el grupo de trabajo en el que participan). En todo caso las actividades autónomas ocupan gran parte de su tiempo.
En los espacios preparados para el aprendizaje, la dinámica es fluida, constante y relajada; por lo que cada día es diferente, diremos que es único, inclusive para los adultos acompañantes que están en las diferentes actividades.
Para ilustrar cómo se desarrolla la vida en un ambiente- no directivo, importante tomar en cuenta cada situación en su contexto. Así tenemos que: los días lunes a la única actividad que todos y todas asisten a la vez, es la reunión del Consejo de gobierno del Semillero 2 (a partir de los 6 años de edad, lo hacen en calidad de invitados y pueden o no asistir), a partir de los 7 años se convierte en el primer compromiso social, ya que en este espacio se coordinan las actividades y responsabilidades para la semana. Esta instancia es informativa (noticias, ideas, propuestas, etc), se asumen responsabilidades a manera de coordinaciones sobre los diversos apoyos y trabajos comunitarios.
Además, es un espacio de expresión y comunicación sobre lo que gusta y lo que disgusta, por parte de niños, niñas, jóvenes y adultos. De hecho es un espacio que promueve la autogestión, la resolución de los conflictos y la elaboración de los acuerdos sociales y reglas para la convivencia con base en el respeto mutuo.
Es importante indicar que los momentos de silencio, tranquilidad o de descanso son espacios de tiempo para toma de decisiones, para decidir qué tipo de actividades se va a realizar, ya sean autónomas o en grupo según sea el caso.
Se toma en cuenta la edad de los niños y niñas especialmente aquellos que están en la fase de transición, (por el estado susceptible y vulnerable al que están expuestos, por esta razón se los invita y por sí mismos/as deciden si quieren asistir o participar). Consideramos que el paso del Semillero 1 al Semillero 2 es un tiempo de cambios, por lo tanto las emociones son fluctuantes así pueden ser intensas, estables o evidenciar una apatía.
Un elemento que consideramos de vital importancia es que el niño y la niña eligen el momento que comen su snack personal, porque a media mañana (10 a.m.) se ofrece el snack comunitario, que resulta en un pare, cambio de actividad o tiempo de silencio para conectar consigo y sentir qué quiere hacer el resto del día y organizarse.
Cuando surge una actividad autónoma, el niño bien puede solicitar información (sobre cualquier tema de interés, que va desde jugar, pintar, tocar música, hacer teatro, artesanías, cocinar, bailar , sembrar y cuidar su huerto e inclusive enfocar su atención en un tema específico; sea en ciencias, desarrollo del lenguaje, matemáticas, historia y geografía. Así también deportes, recreación, experimentos e investigación. Al respecto contamos con un interesante laboratorio que contiene recursos didácticos y lúdicos que facilitan el aprendizaje en las áreas enunciadas.
Cada día hay actividad en grupo (pequeños, medianos y grandes) y las propuestas las hace el adulto que coordina la actividad. Importante mencionar que no hay niveles o grados, los grupos se conforman por edades y, en algunos casos deciden por sí mismos cuando quieren probar en otro grupo de trabajo.
SISTEMA DE TURORIAS
Los niños, las niñas y jóvenes emprenden diferentes actividades, aparentemente los adultos están en diferentes áreas con varios o pocos. No obstante cada adulto acompañante tiene la tutoría de entre cinco y seis niños/niñas para quienes elabora un reporte de actividades; por lo mismo documenta el proceso de los niños, niñas o jóvenes asignados y observa las actividades realizadas que las registra a diario.
Con esta información se elabora una interpretación aproximación de los estados de desarrollo, que se complementa con los informes diarios que elaboran los niños y las niñas, además de la entrevista personal que se realiza, con el objetivo de que sea parte en la documentación de su propio proceso.
No obstante cada acompañante observa y registra la actividad de quienes compartió en el día y si no son los reportes que le corresponden, entrega la información al acompañante que lo hace.
Un reporte de actividades y estados de desarrollo permite visualizar como es el desenvolvimiento y maduración a nivel cognitivo, emocional y social de cada uno de los participantes. Asimismo permite elaborar un plan de trabajo con cada uno de los niños y las niñas. De hecho los ambientes y rincones por áreas de interés tienen su base en la observación de las necesidades de cada uno de los participantes.
Cada ciclo educativo esta dividido en dos períodos o quinquemestres y hay una entrega única del reporte de procesos con base en las diversas actividades que se van registrando en el día a día.
Esperanza Chacón
Semillero 2
Casa Sulà / Orion Educativo
Noviembre 05, 2016.
Fotos por: Esperanza Chacón